La historia del dentista que vendió su colección de autos

Investigación y Edición Francisco Mejía-Azcárate
Muy seguramente cuando el británico James Hull tomó la decisión de estudiar odontología no vislumbraba lo que le traería el futuro: ni lo bueno, ni lo malo. Hoy a sus 54 años es un exitoso profesional y un coleccionista automotriz ‘retirado’ con un gusto muy particular por los automóviles antiguos británicos, aunque con el tiempo incluyó autos procedentes de otras latitudes

Fotografía panorámica de la espectacular colección del doctor James Hull
A mediados de 2014 el gusto que lo llevó a coleccionar automóviles, en grandes cantidades, de manera casi que obsesiva, llegó a su fin por razones de salud. El doctor vendió su preciosa colección de 543 vehículos antiguos y clásicos en un precio desconocido, pero estimado por los entendidos en £ 100 millones (US$ 156 millones). La subsidiaria de Tata Motors, la compañía automotriz “Jaguar Land Rover”, que adquirió esta increíble colección en el mes de julio del 2014, no divulgó la suma pagada. Hull viajó por todo el mundo, durante muchos años, para encontrar y comprar, una a una, todas sus joyas automotrices, entre ellas la más antigua, un vehículo de 1919.

Muestra parcial de la alucinante colección del doctor James Hull, en Inglaterra
Cuando se le preguntó al odontólogo la razón del porqué puso a la venta su colección de autos, dijo que era por motivos de salud ya que a lo largo de su vida había tenido que vencer el cáncer en tres oportunidades y, además, le gustaría tener más tiempo para disfrutar la compañía de su familia y jugar algo de cricket y tenis, con sus pequeños hijos.

Jaguar E-Type, modelo 1961 del campeón británico de motociclismo, Mike Hailwood
Su fortuna se empezó a gestar en 1987, año en el que el doctor Hull se aventuró en la creación de la compañía "James Hull Asociados", dedicada principalmente al campo de la odontología cosmética en el Reino Unido. Durante 13 años trabajó duro, incluidos sábados, domingos y los días festivos y para el año 2000, su compañía operaba 86 clínicas de odontología cosmética en el pais. Posteriormente y de común acuerdo con sus socios decidieron vender la totalidad del negocio por £ 91 millones, a una gran cooperativa médica. Por la venta, él recibió £ 41 millones y sus socios los £ 50 millones adicionales. 

La colección de 543 automóviles tiene desde vehículos Jaguar avaluados en varios millones de dólares como un XKSS, hasta curiosidades como el ‘Mini Traveller’ de color rojo que alguna vez perteneció a Lord Mountbatten, el Austin de Winston Churchill, el Jaguar E-Type modelo 1961 del campeón británico de motociclismo Mike Hailwood y el Bentley que perteneció a Elton John. Adicionalmente, el comprador de la colección recibió, por el mismo precio, otra hermosa colección de 365 autitos de pedal y 300 piezas más de parafernalia antigua, que incluían juguetes y aviones a escala de la 1ra y 2da Guerra Mundial. Desde Noviembre de 2014, 16 de estos coleccionables están expuestos al público en Heritage Motor Centre, en Gaydon, Warwickshire a unos 140 kms al noroeste de Londres.

‘Mini Traveller’ de color rojo que alguna vez perteneció a Lord Mountbatten
Automovil Bentley MKVI Saloon by H.J. Mulliner, modelo 1952, que perteneció a Elton John
Al despedirse de su colección, Hull solo dijo, “Jaguar Land Rover, son los custodios perfectos. Estoy feliz porque todas mis joyas hayan quedado en manos seguras”


En el paquete comprado por la automotriz inglesa, están incluidos dos Bentley R-Type Continental Mulliner Fastbacks, modelo 1954, avaluados en £ 2.000.000 cada uno; el último MG Metro, fabricado, el cual solo tiene 260 millas en el odómetro y un Allegro, modelo 1979, de color naranja, que hace un par de años el doctor Hull, rehusó venderle al famoso presentador y comentarista automotriz británico Jeremy Clarkson.

James Hull, exhibe un trofeo ganado en una de los múltiples Concours d'Elegance, programados en Inglaterra
Todas las bodegas construidas para albergar la enorme colección, contaban con un sistema de ambiente controlado en el que la calefacción interviene automáticamente cuando la temperatura baja a los 6° F, la temperatura mágica para detener la condensación, principal causa del deterioro de los materiales con los cuales se fabrican los automóviles. En las bodegas hay filas y filas de máquinas relucientes e inmaculadas, el aire está lleno de olor a cuero, a madera bellamente pulida y a metal, cera y gasolina. Cuando se camina alrededor de estas bodegas es fácil encontrar carros tan emblemáticos como el Daimler 66 Vanden Plas, del músico Joe Loss, el Jaguar azul, encargado por la princesa Diana y luego cancelado cuando ya se había empezado a fabricar y la limusina Rolls-Royce Silver Shadow del Sultán de Brunei, con blindaje a prueba de bombas. Los carros están estacionados en líneas rectas, a pocos centímetros unos de los otros, tan meticulosamente parqueados que es evidente que son montados sobre patines para lograr tal precisión.

James Hull, posa muy orgulloso, por última vez, ante su colección de automóviles. Arriba en una fotografía con su esposa Nova
Su esposa Nova, quien sabía muy poco de automóviles cuando se casó con James en 2005, se convirtió en gran aficionada y estuvo pendiente del pago de los impuestos y los seguros de los vehículos y de las propiedades.


Al final del día cuando le preguntaron cuál era su carro favorito, Hull sorprendió a todo el mundo cuando simplemente afirmó, “mi auto favorito no está en la colección, tiene la licencia ‘W298PCA’ y se trata de un Peugeot 306 Diesel, modelo 2001. Es el carro más cómodo que tengo y no está a la venta”.

He aquí parte de su colección de vehículos Citroën procedentes del otro lado del Canal
En esta fotografía el doctor Hull posa frente a un grupo de vehículos Jaguar, marca de la cual alcanzó a tener 130