Conozca el depósito semi-secreto de Detroit…

Por Francisco Mejía-Azcarate
La quiebra económica de Detroit tiene preocupados a los amantes de los autos antiguos, los cuales están alborotando el avispero para que los políticos de turno no vendan lo que consideran el alma misma de la historia industrial de la ciudad, incluyendo un Cadillac Osceola modelo 1905 y un auto concepto del Ford Mustang II, modelo 1963, con un valor estimado de US $ 2.000.000.00, que se encuentran debidamente atendidos y protegidos en un depósito casi secreto de la Sociedad Histórica de Detroit. “Así como los mecenas se resisten a vender sus cuadros de Van Gogh y Matisse, para apaciguar las enormes deudas de Detroit, esta colección única de automóviles históricos, que por años han donado las compañías fabricantes de automóviles que tienen sus sedes en esta región de los Estados Unidos, no está ni estará a la venta” expresó Adam Lovell, curador, encargado de la colección, así que los ejecutivos de las compañías donantes y otros interesados en la conservación de la historia de la industria automotriz, se pueden sentir muy tranquilos al saber que los vehículos se mantendrán bajo el perpetuo cuidado de la Sociedad Histórica de Detroit. 

Fotografías que ilustran el tesoro del depósito Fort Wayne en Detroit
Llegar a esta colección en el histórico depósito Fort Wayne en Detroit, es algo así como adentrarse en el túnel del tiempo para empezar a vivir una experiencia similar a una novela de ciencia ficción. Las oficinas principales de la Sociedad Histórica no dicen mucho y tras una nada extravagante puerta de garaje se encuentra un gran almacén de depósito en el que algunos rayos de luz destacan el nostálgico pasado. La bodega alberga filas y filas de vehículos, todos empacados y sellados en su propia burbuja protectora (construidas de plástico transparente), con ambiente controlado, como si se tratara de un globo con un carrito de juguete en su interior, eso sí, cada uno cubierto con una capa de polvo que los hace lucir obsoletos y olvidados. Infortunadamente, la Sociedad Histórica de Detroit, carece de una sala de exposiciones pública, de facilidades adecuadas, en la cual se pueda exponer debidamente la colección, que cuenta con más de 70 vehículos. 

Chrysler “Ghia” Turbina, automóvil propulsado por una turbina de gas que Chrysler fabricó entre 1962 y 1964
Algunos de los carros que están aquí son prestados periódicamente a los museos de automóviles en todo el país, mientras que el resto de la colección permanece almacenada en este histórico depósito; sin embargo, de vez en cuando salen historias, sobre este lugar, en la prensa, por ser el hogar de unos cuantos prototipos de valor incalculable. Como resultado de tan inusuales circunstancias, aún quedan muchos habitantes de Detroit, que nunca han visto u oído hablar de esta colección y de su extraordinario número de vehículos, algunos de ellos verdaderamente invaluables. Un aire de leyenda parece rodear los carros almacenados allí… 

Hupmobile Roadster modelo 1924, restaurado en la década de 1950 y donado en 1973
El encargado de la preservación de esta colección, el señor Adam Lovell, con la ayuda de la Sociedad Histórica de Detroit, se ha venido poniendo en contacto con la comunidad de autos históricos, para mostrar los vehículos más relevantes de la colección en concursos y exhibiciones de autos en todo el país. Y la colección del almacén pronto estará disponible para visitas guiadas, previamente solicitadas por los clubes de automóviles de colección y otras organizaciones, convocatoria que se convertirá en una visita obligada para cualquier entusiasta de los automóviles antiguos.

Lincoln Continental Mark IV, modelo 1975, auto personal de Lee Iacocca – Motor V-8 de 460 pulg³ (7.5L)
Puede ser que sea fácil pasar por alto un Lincoln Continental Mark IV, parqueado a las afueras de cualquier centro comercial, pero este que está aquí fue el carro personal de Lee Iacocca. Sobre este carro en particular la leyenda cuenta que Lee Iacocca se paseó por la línea de montaje mientras su Lincoln estaba siendo ensamblado y escogió los componentes que quería para su coupé, al igual que cualquiera de nosotros escoge los ingredientes de su propio sándwich en los restaurantes Subway. Muy cerca del carro de quien fuera Presidente de Ford desde diciembre de 1970, está el prototipo del Ford Mustang II, modelo 1963, que el mismo Iacocca ayudó a crear, unos años antes, cuando ejercía como vicepresidente de la Ford. 

Ford Mustang II (prototipo), modelo 1963, desempacado porque estaba a punto de ser trasladado al Museo Midtown
En los Estados Unidos, existen más colecciones de automóviles que en cualquier otro país del mundo, inclusive, si sumamos todas las colecciones de automóviles que existen en los otros países no tendríamos suficientes autos para eclipsar ni siquiera el 20% de las colecciones existentes en el gran país del norte, por eso este lugar es tan especial, porque aquí encontramos muchos vehículos que no se encuentran en ningún otra colección o museo del mundo, hay incluso algunas rarezas como una carriola Cadillac, fabricada a mediados de 1980 y cuyo desarrollo se llevó a cabo para mostrar que aún había un futuro para los vehículos con carrocería sobre bastidores, especialmente por aquellos que querían mantener abierta la histórica planta Fleetwood, de Clark Street. Finalmente la propuesta fracasó, pero la Sociedad Histórica de Detroit, consiguió que se la donaran, junto con otros prototipos como uno del bello Ford Cougar II y el del Ford Shelby Bordinat Cobra XD 965, prototipos estos que harían babear a un montón de coleccionistas que estarían dispuestos a hacer su hogar en las “burbujas” instaladas al lado de estos carros.

Ford Cougar II, diseñado en Italia por Vignale, modelo 1963, recién desempacado de su burbuja
Hermosa fotografía lateral de inventario, del prototipo Ford Cougar II, modelo 1963
El Departamento de Diseño de Ford, construyó dos prototipos sobre el chasis de dos Cobra a mediados de la década de 1960. Ambos fueron diseñados por Eugene Bordinat, el jefe de “Ford Styling” en esa época. Uno de ellos era un coupé, llamado 'Cougar II’ y el otro un roadster, llamado el ‘Bordinat Cobra’.

Prototipo Ford Shelby Bordinat Cobra XD 965, modelo 1963, siendo desempacado de su burbuja protectora
Una de las primeras reacciones al ver todos estos interesantes vehículos “encerrados y congelados”, a pesar del paso del tiempo, dentro de sus burbujas individuales climatizadas, es que es una pena que los mismos no sean exhibidos, pero eso está lejos ser verdad. 

En estas fotografías se aprecian los dos prototipos Ford, modelo 1963, en una exposición de 2011, en la Isla de Amelia
El Museo Midtown, como así se le llama, no puede mostrar todos sus tesoros a la vez, por lo que ha decidido asumir un papel más importante y prestar algunos de estos vehículos a museos y exposiciones en todo el país, quienes felices invitan y dan la bienvenida a cualquiera de los vehículos. de la Sociedad Histórica. Una vez realizados los trámites de custodia, verificado el método de transporte correspondiente y cuando las pólizas de seguros están debidamente diligenciadas, los carros son dados en préstamo para otros museos y exposiciones. Así es como estos dos prototipos de Ford se encontraban en el famoso césped de la Isla de Amelia, en la Florida, en 2011, cuando se expusieron los vehículos Cobra, más excepcionales del mundo. Algunos incluso tienen hogares más permanentes, como un raro Chrysler “Ghia” Turbina, producido en 1963, que fue exhibido de forma destacada durante dos años en el Museo Gilmore, y que nuevamente está guardado, con mucho celo, en el semi-secreto depósito Fort Wayne.


La Sociedad Histórica de Detroit, tiene un gran espacio dedicado a los automóviles en el Museo Midtown, donde hay exposiciones permanentemente y muchos de los carros de este depósito se presentan allí por tiempos determinados en el museo, museo este que inclusive permite a los visitantes operar la línea de ensamblaje de la vieja planta de Cadillac de Clark Street. Así que mientras estos vehículos guardados en sus burbujas, como si fueran gusanos de seda en sus capullos, parecen menos conocidos que los secretos que guarda el gobierno americano en la restringida Área 51, puede que hayan estado viviendo entre nosotros todo el tiempo sin que nos hubiésemos percatado de ello.