La Historia de "Hawkeye" y su Minerva de 1930

Por: Francisco Mejía-Azcárate
Durante años, unos muy valiosos automóviles antiguos de las reconocidas y emblemáticas marcas - Packard, Buick, Cadillac, Pierce Arrow y Minerva, reliquias de otra época, cada una con su propia historia, se mantuvieron impávidos dentro de un par de viejos establos o graneros, lejos de la vista de los automovilistas que raudos transitan por la ruta estatal 86, en Gabriels, N.Y. En la actualidad, los viejos establos o graneros están casi que totalmente vacíos y esas reliquias ya no están ahí.

Abriendo una de las ramadas por primera vez
Parte de la colección de ‘Hawkeye’ en se ramada de Gabriels, N.Y.
La historia nos cuenta que el hombre que los adquirió, reparó, acarició y atesoró, fue John Whitney "Hawkeye" Hawkinson, quien murió el 15 de julio de 2016, a la edad de 83 años. Durante los posteriores dos meses luego de su muerte, su moderada pero valiosa colección de vehículos antiguos se fue vendiendo uno por uno, a coleccionistas y restauradores a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Los ingresos de las ventas fueron donados a la caridad, como él mismo lo dejó estipulado en su testamento.

John Whitney Hawkinson “Hawkeye” (1932 - 2016) – Fotografía tomada en 2010
Todo este asunto comenzó como una tarea sombría para Shane Ash, quien se ha encargado de vender las posesiones de Hawkeye, "pero a medida que avanzábamos, nos dimos cuenta de cómo esta colección era su razón de ser e hicimos exactamente lo que Hawkeye quería", dijo Ash.

Modelos mayoritariamente clásicos y muy valiosos hacían parte de la colección de Hawkeye
"Se veía a sí mismo como un pequeño preservacioncita, que estaba capturando un momento de la historia para que otras personas, de generaciones posteriores, pudiesen apreciarlos. Y aunque Hawkeye posiblemente se sintió algo incómodo en su lugar de descanso viendo como su propiedad fue intervenida y como sus amados vehículos eran llevados a otros lugares, sabemos que donde sea que esté, su alma está ahora tranquila porque estas reliquias rodantes van a tener la oportunidad de vivir una segunda vida de nuevo. Creo que Hawkeye se sentiría honrado de nuestro esfuerzo por poner su colección en buenas manos, asegurándonos siempre que quien los ha adquirido, los va a querer tanto como él”.

La historia de los vehículos de Hawkeye es la historia de un coleccionista excéntrico de “cosas hermosas" que evitó la fortuna de su familia para vivir una vida simple y solitaria en las montañas Adirondacks, ese macizo montañoso del noroeste del estado de Nueva York. Hawkeye era un hombre de muchas cualidades excelsas, y se destacaba como maestro mecánico y artista nato, era un fotógrafo y un escritor consumado. También era un personaje autentico, y algo llamativo, recordado localmente por conducir en pleno invierno a través de ‘Saranac Lake’, en uno de sus convertibles Packard, con la capota abajo, usando un abrigo de pieles de mapache y fumando una pipa de maíz.

John Whitney Hawkinson “Hawkeye”, con su abrigo de pieles y su infaltable pipa de maíz
Aunque su nombre siempre fue bien conocido entre los entusiastas de los autos clásicos estadounidenses, ahora, después de muerto, lo hemos conocido nosotros, los amantes de los autos clásicos de otras latitudes, como consecuencia de la serie de televisión "Buscando Autos Clásicos” (Chasing Classic Cars) del reconocido coleccionista y restaurador estadounidense, Wayne Carini.

El coleccionista de autos antiguos Ralph Marano, el albacea Shane Ash y Wayne Carini durante el rodaje de "Buscando Autos Clásicos”
El albacea Shane Ash admite que es un "extraño" en la historia de Hawkeye. Él está casado con la hija mayor de Rollie y Naomi Marshall, los eternos vecinos de Hawkeye. Ash y su esposa Ashley vivieron en Kansas City hasta abril de 2016, cuando regresaron a Gabriels, N.Y., y empezaron a cuidar de Hawkeye, que tenía una estrecha relación con la familia Marshall. "Hay un sendero muy pisado entre la casa de Hawkeye y la casa de los Marshall, un testimonio de años de amistad, amor y cariño", dice el obituario de Hawkeye. Hay una muy buena razón para que ese camino estuviera bien pisado. Todos los días durante 15 años, Rollie Marshall llevaba un balde o cubo, de cinco galones, lleno de agua a la casa de Hawkeye para poder limpiar su inodoro. La casa de Hawkeye no tenía agua corriente, poco aislamiento para el invierno y, hasta hace apenas unos años, no tenía electricidad.

Estas dos fotografías enseñan la casa de Hawkeye en 2002 y 2016
Él llevó una vida bastante simple -dijo Ash-. John Whitney Hawkinson nació en cuna de oro, el 13 de septiembre de 1932 en Hartford, Connecticut. Venía de una familia muy rica; su abuelo Amos Whitney fue el co-fundador de la compañía de máquinas y herramientas “Pratt & Whitney”, actualmente uno de los principales fabricantes de motores aeroespaciales del mundo.

En esta fotografía de 2002, se ve a Hawkeye, en su Buick, modelo 1927
Su interés por los autos antiguos comenzó a muy temprana edad. Entre las posesiones dejadas por Hawkeye está una foto de él a los 11 años de edad sentado jugando en el chasis de un viejo Chevrolet, en la propiedad de su familia en Connecticut. "Ahí fue donde seguramente comenzó el amor por los autos antiguos, desde muy pequeño en Connecticut", dijo Ash.

Hawkeye de 11 años, jugando sobre un destartalado chasis de Chevrolet
Hawkeye fue a un internado privado y más tarde asistió a la Universidad de Vermont y Paul Smith's College, graduándose de este último en 1953. Tres años más tarde, compró una parcela de tierra en la intersección de la Ruta 86 con Darwin Brown Road, donde comenzó un taller de restauración de autos clásicos. Más tarde compró la casa de dos pisos, donde vivió el resto de su vida, pero cómo esta estaba al otro lado de la calle, la trasladó al lugar donde ahora se encuentra. En 1959, con la ayuda de su madre, Hawkeye construyó dos establos o ramadas para albergar su creciente colección de vehículos.

Hawkeye, conduciendo un carro de bomberos American LaFrance, modelo 1923, que le compró al Departamento de Bomberos de Saranac Lake, en el año 1962
Packard 443 Super 8, modelo 1929, uno de sus preferidos
En el momento de su muerte, Hawkeye tenía una colección de 43 vehículos antiguos incluyendo automóviles, tractores, chasises y camiones de bomberos pertenecientes a los departamentos de bomberos Lake Placid, Saranac Lake y Tupper Lake. "Había dos carruajes, un trineo, un camión de bomberos con una escalera de 10.6 metros de altura y nueve coches en este espacio justo aquí", dijo Ash durante una gira, el año pasado, por los establos con algunos periodistas. "Y en la puerta de al lado, había otros 10 automóviles”. “La mayoría pertenecientes a la década de 1920; no había nada aquí más nuevo que un modelo 1931. El más antiguo era un tractor Linn del año 1919, que en realidad es un camión con orugas en lugar de llantas traseras”.

Ash dijo que se ofreció para supervisar la disposición de los automóviles de Hawkeye después de hablar con el abogado de Saranac Lake, Charlie Nicastro, el ejecutor del testamento de Hawkeye. En este testamento, Hawkeye estipuló que todas sus pertenencias, incluyendo los vehículos, fueran vendidas, y el dinero recaudado fuera dividido entre el Capítulo para la Conservación de la Naturaleza de Adirondack y la Sociedad Histórica de Nueva York. "Lo primero que tuve que hacer fue un inventario de los vehículos", dijo Ash. "Cuando iba por la mitad del inventario me di cuenta que lo que Hawkeye tenía ahí era verdaderamente impresionante".

Además de los 43 vehículos que había en las ramadas aledañas a su casa, estaba el antiguo equipo de fotografía de Hawkeye, quien era un fotógrafo consumado

“Hawkeye, era una ‘leyenda’ y los conocedores de este oficio, lo conocían bien, por lo que no fue difícil encontrar gente interesada en comprar sus autos”, dijo Ash, describiendo a Hawkeye en el mundo del automóvil clásico.

"La gente del mundo del automóvil clásico ya sabía lo que él tenía, porque muchos de ellos ya habían venido varias veces a visitarlo”, dijo Ash. "Teníamos ofertas múltiples en la mayoría de los vehículos. En términos de interesados, hablé con docenas y docenas de personas desde California hasta Maine". Los vehículos permanecieron en su propiedad hasta el 1 de octubre de 2016, cuando se celebró un servicio conmemorativo para Hawkeye. Alrededor de 40 miembros de la familia y amigos cercanos asistieron. "Al día siguiente, el 2 de octubre, comenzamos el proceso de clasificar las piezas y transportar los vehículos y desde entonces, ha sido un trabajo diario, y eso es lo que me la he pasado haciendo desde ese día”, dijo Ash.

Otra de las reliquias de Hawkeye, un Packard de 1928, estacionado sobre el puente de la calle Broadway en Saranac Lake, N.Y.- Fotografía tomada en 14 de abril de 2009
Era común ver a Hawkeye conduciendo este REO Speed-wagon, modelo 1933, cargado de trebejos
“Tomó mucho menos de lo pensado vender los 43 vehículos. Los antiguos camiones de bomberos de Saranac Lake y Lake Placid, fueron vendidos de nuevo a sus respectivos departamentos de bomberos y los automóviles de la colección de Hawkeye fueron vendidos a coleccionistas y restauradores en Massachusetts, Nueva York, Nueva Jersey y tan lejos como Illinois”, dijo el abogado Nicastro, quien no reveló cuánto obtuvieron por todos vehículos, solo se limitó a decir que se vendieron por ‘mucho dinero’.

Camión de bomberos American LaFrance, modelo 1923 – La compró en 1962 al departamento de bomberos de Saranac Lake – Ahora los bomberos de Saranac Lake la compraron de vuelta
Tal vez el vehículo más valioso de todos fue el que Ash llamó el "pináculo" de las posesiones de Hawkeye, vehículo este que además es el causante de este artículo, porque el pasado 26 de septiembre (2017) fue el tema del episodio del programa “Buscando Autos Clásicos” (Chasing Classic Cars) y me causó tanto interés que decidí investigar más. Es un raro y automóvil belga de la marca Minerva, Tipo AM, modelo 1930, con motor Knight, cuya carrocería fue fabricada por Hibbard & Darrin en Francia.

"Hawkeye se lo compró a un tipo en Connecticut y lo fue pagando año a año entre 1959 y 1974." dijo Ash. "Cada vez que hacía un pago, se llevaba consigo un pedazo del automóvil. Terminó con las cuatro ruedas, el carburador, el radiador, los ornamentos del capó, y los emblemas y marcas de Minerva, que lleva esta preciada joya adheridas a su carrocería. Dejó el chasis y la carrocería en el garaje del propietario anterior durante 16 años hasta 1974, cuando se lo mandaron hasta aquí".

La oferta ganadora por el Minerva provino de Wayne Carini, el maestro restaurador de autos y anfitrión del programa televisivo “Buscando Autos Clásicos” (Chasing Classic Cars), y su amigo, Ralph Marano de Nueva Jersey, quien es propietario de concesionarios y restaurador reconocido. Carini dijo que su difunto padre, que trabajaba para Packard Motor Car Company en Hartford, Connecticut, era un buen amigo de Hawkeye. Recuerda a Hawkeye visitando a su familia cuando él era joven.

"Una vez, un sábado por la mañana, muy temprano, recuerdo a mi madre gritarle a mi padre, Hawkeye está en la entrada", dijo Carini. "Él había conducido toda la noche y terminó en nuestro patio a las 2 o 3 de la mañana y en lugar de despertarnos, decidió dormir en el asiento delantero de un Packard Roadster, que carecía de techo, estaba envuelto en ese abrigo de pieles con que lo he visto en un montón de fotografías”. "Hawkeye fue algo así como un accesorio en nuestra casa y en nuestras vidas"

Carini dijo que no había vuelto a ver a Hawkeye desde los años setenta. Dijo que se enteró del Minerva, por medio de un coleccionista de Packard que había oído que estaba a la venta. "Le dije: 'Estaría muy interesado' y el coleccionista de Packard me dijo que ese Minerva pertenecía a un tipo llamado Hawkeye, entonces le pregunté si su nombre era John y él me dijo que sí, enseguida le dije que yo lo conocía desde niño y así fue como todo salió a la luz de nuevo".

Minerva AM Sedán Convertible de doble parabrisas, modelo 1930, carrozado por Hibbard & Darrin en Francia
Carini comentó que sintió "hormigueo" cuando vio el Minerva por primera vez. "Abres la puerta y lo miras, y, 'Oh, Dios mío’. Es increíble", dijo Carini. "Lo mejor fue ir encontrando todas la piezas cada vez que esculcas más y más. Pequeñas aletas en el capó y la escultura ‘Minerva’ del radiador, así como la forma perfecta en que los dos guardabarros encajan en la carrocería. Si eres un verdadero aficionado a los autos, es como encontrase con el último tesoro”.

Una copia de "Winner Take Nothing" de Ernest Hemingway y una botella vacía cerveza Heiniken
Durante la filmación, el equipo de la película descubrió que Hawkeye había dejado intencionalmente algunas fotografías, varias cartas y una nota manuscrita dentro de una caja en el Minerva, así que quienquiera que lo comprara podría aprender más sobre él. Una copia de "Winner Take Nothing", una colección de 1933 de cuentos de Ernest Hemingway, y una botella vacía de Heiniken quedaron visiblemente en una silla cerca de este clásico.

"Se podía ver que este era un lugar donde Hawkeye venía a tomarse una cerveza, leer a Hemingway y mirar sus carros", dijo Hannah Lintner, encargada de la producción del programa de televisión. "Sabía que, cuando muriera, alguien tendría que abrir todo esto, y sería como una cápsula del tiempo para la gente", dijo Lintner.

Fotografías que ilustran el estado del interior de este precioso Minerva AM Sedán, modelo 1930
El episodio de “Buscando Autos Clásicos” enfocado en la vida de Hawkeye y sus tesoros fue filmado en su propiedad durante dos días en octubre de 2016. No debe ser fácil reconstruir la vida de alguien que alguna vez conociste pero con quien hace décadas no tenías contacto y ahora está muerto, sin embargo, lo que sí ha quedado muy claro desde el principio es que Hawkeye, fue una persona que realmente especial que valoró la literatura y la poesía, quien además sentía que venía de una era muy diferente y quizás hubiese preferido vivir en un tiempo donde todo era más simple y sobretodo más real.



En el odómetro se puede observar que el carro solo había tenido un recorrido de 62.310 millas
"Es una gran historia", dijo Carini. "Hablar con la gente que lo conocía, ver su casa y poder palpar la forma cómo vivía, apreciar los establos donde estaban sus carros y su taller de máquinas, y todas las historias que lo acompañaban. Su vida y obra seguirán siendo una historia muy especial así lo hubiera conocido desde cuando yo era niño, y luego, por supuesto, su historia continuará".

En un principio, Carini dijo que él y Marano aún no han decidido si restaurarían el Minerva o si lo venderían, en ese momento solo estaban pensando en limpiarlo para poderlo presentar en marzo de 2017, en el Concours d'Elegance de la Isla de Amelia, en la Florida, uno de los espectáculos de autos antiguos más grandes y cotizados de los Estados Unidos, y así lo hicieron. 

En estas fotografías se puede ver a Wayne Carini empujando el Minerva para estacionarlo en la Isla de Amelia
Estacionado en el Concours d'Elegance de la Isla de Amelia, en la Florida
Para agosto de 2017, Carini y Morano, ya sabían que querían hacer con el Minerva; lo llevarían a Pebble Beach, donde la compañía de subastas Gooding & Company, lo subastaría. Fue así como este hermoso automóvil Minerva AM Sedán Convertible de doble parabrisas, modelo 1930, carrozado por Hibbard & Darrin en Francia, con tan solo 62.310 millas en el odómetro, fue comprado anónimamente por US$ 440.000 más una comisión para la casa de subastas de US$ 48.000, ambos montos (US$ 484.000) pagados por el nuevo propietario.

El medidor de combustible aún marcaba 30 litros
Motor Knight de válvulas de doble manga, 6 cilindros en línea, con un desplazamiento de 5.9L y 100HP
Espectacular vista frontal del Minerva – Fotografía tomada del libro de subastas de Gooding & Company
Fotografías tomada del libro de subastas de Gooding & Company
Una vez al cuidado de su nuevo propietario, el motor Knight de válvulas de doble manga, fue girado inicialmente a mano, y en poco tiempo se hizo funcionar debidamente; el resto del automóvil se ha mantenido intacto. La combinación del color de la carrocería, el cual se cree que es el original, con su exterior de color paja acentuado en verde muy pálido aún se conserva, y el cuero verdoso en el compartimento del conductor se complementa con un paño de color crudo amarillento en la parte trasera. Acompañando al carro se entregó al nuevo dueño el manual del propietario original, el kit de herramientas, y toda la correspondencia original de propiedad que cubre unos 70 años de la vida de este emblemático Minerva.